The obsession for the timeThrough the ages, man tryes to measure the time and the things that he make.
Reflexión metafísica. La verdad es que los días de descubrimiento se hacen largos, aunque me levante más tarde y me acueste antes. Parece mentira que éste sea mi tercer día, me siento realmente cómo si ya llevara semanas.
Ya tengo asignada clase de refuerzo, en mi caso Business (Fernando, tenía que elegirla). Curiosamente, en esta clase soy el más occidental. Están todos los orientales (Korea, Japón y China), un Turco y una Rusa. Todos los demás, conversación y listening. Esto requiere otra reflexión.
Los profesores son muy diferentes, y hay que esforzarse mucho. Lo más difícil, como dicen en las filosofías orientales, es vaciar el vaso para que entre el nuevo conocimiento. El otro día vi un programa de Redes que explicaba el funcionamiento del cerebro. Cuando aprendes algo, el cerebro busca la manera más rápida de hacerlo, y cuando es un hábito, lo hace de forma automática, (como conducir).
Lo que pasa cuando aprendes mal, es que tu cerebro, de forma insconciente, toma el atajo, y no hacerlo requiere una gran disciplina y consciencia, que en muchos casos te resta fluidez. El profesor de gestión del tiempo decía que hacen falta 21 días para crear un hábito, por lo que el esfuerzo debe mantenerse!
Lo que siento en este momento es, que aprovechar el tiempo es un estado mental, es ser consciente de que se puede aprender todos los días si tienes los ojos abiertos. Los niños lo hacen de forma constante, sólo ahy que tener la habilidad y la disciplina de vaciar el vaso para aprender de nuevo, identificar lo que hacemos mal para mejorarlo, y para eso necesitamos a la gente que nos rodea (en mi caso en Cambridge, mis profesores, familia...)
mi bici, y para Lucía, la rubia que veo todos los días por el camino ;-)
Espero que no os resulte macabra la foto del cementerio. Es un sitio muy bonito y tranquilo, y está al lado de la escuela de primaria, a la entrada de la iglesia. Creo que es un gran acierto no colocar los cementerios a las afueras de las ciudades, e integrarlos (si se puede), haciendolos sitios visualmente agradables. Todos vamos a morir. Los niños deben saberlo. Todos debemos ser conscientes de ello y aprovechar el tiempo, sabiendo que es finito. NO hace falta levantarse pronto, sólo poner ojos de niño.