XXIII
Samurai
(Dedicado a David Herguedas, samurai de Valladolid)
En la profundidad de la noche
despojado ya de su armadura,
el samurai
afila su katana.
Llora.
Porque amar fraternalmente, discretamente, visceralmente, apasionadamente..... osea con la mente, sólo tienen un denominador común: la generosidad.
Esta es la única cesión que le voy a hacer al santoral, y va a ser por este Santos. El luissantos me regalo este poema dentro de su libro "los versos del hospital", escrito durante su estancia en el Hospital de Guadarrama, dónde se encontraba recuperándose de un ictus. Aprovechó su estancia allí para pintar artísticamente con la mano que aún podía mover, organizar un concierto (los ictus brothers), y revolucionar y movilizar todo aquel centro especializado en personas de reducida autonomía y por lo tanto de reducida autoestima. El ictus es una de las enfermedades más duras para el coco que he visto.
No contento con este reto, a Luis, fajador nato, le ha dado por enfrentarse a un cáncer, que está superando perfectamente en la fecha actual. Luis, no dejes de luchar! Afila tu espada!
Gracias.
No sé como hacen lo de las caras de Chet Baker y Nina, pero es increíble
No digáis que no soy generoso, 2. Un abrazo.
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